LA DISCAPACIDAD
La discapacidad ha sido
un tema delicado y con bastante desconocimiento por parte de la sociedad.
Las personas con
discapacidad han sido objeto de vulneración en diferentes ámbitos; Social,
Laboral, Familiar. Así como la falta solidaridad, respeto y oportunidades.
Con los avances
científicos en desarrollo de la Genética para la habilidad de detección de
afectaciones genéticas, alteraciones en embriones y fetos, el casi control
absoluto de la fecundación, han desatado una serie de reacciones encontradas
entre las posiciones éticas y morales.
Con lo anterior, surgen
dos interrogantes; ¿cómo se define el concepto de discapacidad más allá de lo
planteado en los manuales de psicología, pedagogía especial y medicina? y
¿cómo contribuye la perspectiva del reconocimiento a dicho esfuerzo?.
La definición de Discapacidad no es
una tarea fácil, dada a los acontecimientos de los últimos años, considerando
las modificaciones que se han realizado en las leyes, las peticiones y reclamos
de diferentes grupos sociales, el concepto difiere del Concepto Médico y
Psicológico.
Uno de los nudos
críticos remite a las dificultades para concretar un reconocimiento recíproco
que impida que condiciones de diversidad se constituyan en condiciones
discriminatorias. Lo que se pone de manifiesto es el surgimiento de un concepto
de persona intersubjetivo en cuyo seno se elucida la posibilidad de una autorrelación
no distorsionada que requiere de formas específicas de reconocimiento.
A continuación,
entonces, se presentarán los tres estadios del reconocimiento.
Estadio 1; Una primera
consideración apunta a un aspecto basal de la vida humana: nuestra naturaleza
vulnerable y dependiente de los otros. Todos, de una forma u otra, en una etapa
u otra, por una u otra razón, requerimos de cuidados especiales que nos
permitan un desarrollo y despliegue humano óptimo. En el caso específico de la
discapacidad, ésta puede aparecer en cualquier momento del ciclo vital, de
manera permanente o temporal. Podemos nacer con sordera o con una discapacidad
motora de base genética, pero también es factible presentar una limitación
sensorial adquirida durante la gestación. En este sentido, la discapacidad
puede ser causada por diversos factores, muchos de ellos de fácil prevención;
por ejemplo, algunos casos de sordera o ceguera que son consecuencia de
infecciones como la embriopatía rubeólica, casos de retardo mental derivados de
hipotiroidismo o fenilcetonuria o aquellas que se dan como consecuencia de los
accidentes de tránsito (discapacidad motora o lingüística en su gran mayoría).
Estadio 2; Un segundo
elemento de reflexión remite a la importancia de incorporar la perspectiva de
los propios afectados, esto es, de las personas con discapacidad, en la toma de
decisiones sobre los diversos aspectos que les involucran, ya sea en materia
legal, social, económica, entre otros. Es necesario promover su reconocimiento
como interlocutores válidos en procesos de deliberación compartida. Esto
significa un paso indispensable para abandonar el paternalismo aún imperante y
promover la plena autonomía e integración de la población discapacitada. En
esta senda, es
imprescindible también educar a la ciudadanía en general en torno al fenómeno
de la discapacidad desde una perspectiva integradora y humana.
Estadio 3; Una tercera
idea que aglutina lo expuesto dice relación con el ámbito de la formación de
profesionales y prestadores de servicios que intervienen en el abordaje de la
discapacidad. El momento actual obliga a poner en el centro los principios
bioéticos fundamentales, como una alternativa para proveer información y
formación sobre los aspectos teóricos y prácticos necesarios en el ejercicio profesional,
tales como: la concepción social o ecológica de la discapacidad, la perspectiva
del reconocimiento recíproco, el concepto de alteridad y las leyes y demás
instrumentos legales que rigen u orientan las acciones en lo médico y en lo
pedagógico, entre otros. Asimismo, es importante destacar que el avance de la
biotecnología obliga a todos los profesionales relacionados con salud y con
educación especial a conocer sobre procedimientos diagnósticos, alternativas
terapéuticas, uso de fármacos, procedimientos quirúrgicos y pruebas genéticas.
Este saber debe ser analizado y estudiado no sólo en una perspectiva médica,
sino también desde lo social y lo ético, teniendo en cuenta los valores, las
creencias, los fundamentos legales y el impacto que el uso de estas
alternativas puede tener sobre las personas con discapacidad.
"La dimensión ética no se fundamenta
exclusivamente en el beneficio individual (como sucede en los modelos de la
economía convencional, en los que un agente puede escoger una solución cooperativa
simplemente por egoísmo), sino que se basa en el conocimiento individual sobre
el alcance de los propios actos y, esencialmente, en la voluntad personal por
alcanzar un comportamiento ajustado a unos principios que son prioritarios"